Mar Alzamora

Contrabajista, artista sonora, poeta y arti-investigadora. Cofundadora del Paisaxe Ensemble y también cofundadora del Festival de Artes Electrónicas ArtTIC.

Mar Alzamora — PLÉYADE | CALATHEA Experimenta

Web

https://www.maralzamora.net/

Works

 

Organizadora de las Soundalks PTY, exploraciones multisensorial de la ciudad a través de caminatas sonoras, Deep Listening® e improvisación musical. Escritora bajo el sello El Duende Gramático con sus libros “El día que no tuvo noche” y prontamente con “Instantáneas Blues”.   Actualmente colabora con la Plataforma de Música Experimental Latinoamericana (MUSEXPLAT) en la cual escribe reseñas sobre las tendencias sonoras en nuestra región y actualmente su investigación artística desarrolla la relación entre la escucha urbana y los cuerpos de agua desde la improvisación musical y las meditaciones sónicas. Instructora certificada de Deep Listening® y Maestra en Artes Contemporáneas por la Simon Fraser University (Vancouver, Canadá).

Este Debe Ser el Lugar

Poema que fue escrito hace unos años para la revista mexicana Pinche Vida, pero que siempre pidió otra forma. Durante pandemia, deseaba revisitar algunos de mis textos, pero desde el arte sonoro, y fue así cómo conocí a Pablo. Iniciamos un camino de exploración basado en las caminatas sonoras y cómo estos poemas son parte de las historias de la Ciudad de Panamá.  Este debe ser el lugar es un texto que sobrevuela un territorio destruido, en medio de un combate metafórico. Donde los cuerpos andan sin saber que la memoria sangra. Forma parte de una serie de cuatro poemas sonoros insertados en la caminata sonora con el mismo nombre, la cual conecta los cuerpos de les caminantes con meditaciones sónicas y los poemas sonoros. Sus cacofónicas repeticiones acompañan al cuerpo y le habla. El poema pertenece a la parada que se encuentra en la Antigua Estación de Ferrocarril de Panamá, actualmente el Museo Antropológico Reina Torres de Arauz, el cual se encuentra un perpetuo “under construction”.


— Éste Debe Ser el Lugar —

Los recuerdos son partículas de mundos destruidos. Espacios erosionados en el tiempo; habitantes equívocos, sinsentido. Enfermizos. Sobrevuelan la pesadumbre.

Cuando aterrizan, esparcen los ridículos dolores y sus formas. Relieves quebradizos, colores inentendibles, nombres afilados. Sus silenciosas cicatrices. Si uno pudiera hacer un inventario de todas las heridas, necesitaríamos el honguito 1UP de los video juegos. Tendríamos que inventar artificios para laceraciones invisibles, pócimas para la lobotomía auto-infligida.

El viaje en ferri fue apenas una sutura. Quizá inventé que ese día la luna se elevaba desde el puerto y que su luz se enredaba con la fluorescencia de la sangre bajo tus uñas. Esa luz que salía de ti tenía un origen, era la herida pulsante de un desastre. Temblar y recordar. Te juré convertirme en terrorista, en deshacer el mundo en tu nombre. Éramos ilusos, soñábamos salir ilesos del combate.

Nuestro tiempo se construyó a partir de esos escombros; partículas que gravitan sobre nuestro rastro. El recuerdo debe ser el lugar donde se cauterizan las heridas, donde logramos imaginarnos libres, como en una fábula…
Obvio. Sorry, dear, it takes one to know one!
Only one.


CREDITOS:

Masterización: se llevó a cabo en dos etapas. La primera parte en el estudio de Pablo Bas y luego en el Laboratorio de Investigación y Producción Musical del Centro Cultural Recoleta [LIPM CCR] con Gabriel Lucena como técnico junto con el apoyo de FMyT [Fundación Música y Tecnología].